«Uffff» esto es lo que uno puede pensar cuando llega al supermercado y tiene que seleccionar una garrafa de agua mineral. Al final unos cogerán la mas barata, otros la mas cara, otros la que toman sus padres en casa,… pero, ¿sabes si eliges la mas adecuada para tu organismo? NO podemos olvidar que el agua es fundamental para nuestro organismo y puede ser el mejor recovery deportivo. Muchas veces nos centramos en la suplementación deportiva pero nos olvidamos de las cosas mas básicas. Nosotros somos una marca de nutrición deportiva pero tenemos claro que lo primero es una correcta nutrición.
El nutricionista Alex Sempere nos ayuda con un artículo de fácil lectura a distinguir entre los diferentes tipos de agua mineral
Actualmente en cualquier supermercado encontramos diferentes tipos de mineralizaciones en aguas. ¿Qué es lo que significa esto?
Pues bien, el tipo de mineralización, hace referencia a la cantidad de residuo seco que contienen. El residuo seco es la cantidad de solutos presentes en ella, es decir, la cantidad de minerales disueltos que hay en ella. Estos minerales proceden en su mayoría de las rocas y tierra por las cuales transcurre el agua.
Algo que debe de estar garantizado en cualquier agua mineral, es que esté libre de cualquier presencia microbiológica.
Comparándola con el agua del grifo, el agua mineral, no tiene ningún tratamiento químico, ni microbiológico, ni bactericida.
Estos diferentes tipos de mineralizaciones, se pueden clasificar de diversas maneras. La primera, teniendo tan solo en cuenta la cantidad de residuo seco presente.
- Agua de mineralización muy débil: < 50 mg/l de residuo seco.
- Agua de mineralización débil: < 500 mg/l de residuo seco.
- Agua de mineralización fuerte: > 1500 mg/l de residuo seco.
También se pueden clasificar teniendo en cuenta la cantidad de cierto mineral.
- Agua bicarbonatada: > 600 mg/l de bicarbonatos.
- Agua sulfatada: > 200 mg/l de sulfatos.
- Agua clorurada: > 200mg/l de cloruros.
- Agua cálcica: >150mg/l de calcio.
- Agua sódica e hiposódicas: < 200mg/l de sodio < 20 mg/l de sodio
¿Qué quiere decir todo esto?
Cada una de estos tipos de agua nos van a dar unos beneficios, pero ojo no para todo el mundo. Puesto que una persona con hipertensión arterial no deberá consumir un agua sódica. Y debería buscar agua con mineralización en sodio baja. Para casos muy específicos, lo mejor es ponerse en manos de un profesional que nos aconseje personalmente.
Desde un punto de vista de un deportista, un consumo de agua con mineralización fuerte, puede ser una buena opción para momentos con una alta sudoración. Ya que, de esta manera, podemos reponer parte de las sales minerales perdidas. Esto no quiere decir que un deportista deba consumir diariamente agua de mineralización fuerte.
Para población general sin ninguna patología, un consumo de agua con una mineralización entre 500-1500 mg/l, es una buena opción.